Puede que en este momento daría lo que fuera por encontrarme conmigo misma, aunque tan solo sea un instante, poder sentirme, poder decir, aquí estoy yo, quizás la espera se esta demorando demasiado y las ganas de luchar sufran un desequilibrio, pero nunca me he rendido ni lo haré a pesar de padecer nostalgia, monotonía y miedo diarios.
Miro hacia atrás y me encuentro con mis recuerdos, aquellos dulces y felices y me pregunto: ¿donde esta la loca de antes?.
Me he convertido en un par de miedos sin resolver y en un par de metas por conseguir, y aunque los problemas no son grandes, las personas somos pequeñas y esto es lo que realmente importa, lo que sentimos cuando algo va mal, como actuamos cuando algo no nos gusta demasiado, como transmitimos la alegría en momentos felices y a pesar de ser pequeñas, vale la pena luchar, vale la pena creer en que podremos conseguirlo, y cuando ya estemos fuera de todo peligro, poder tocar con los dedos de tus manos un poco de felicidad.