Un ligero
parpadeo, un fuerte bostezo y seguidamente un silencio absoluto… una mirada
clavada en tu cuerpo, fue abrir los ojos y no dejar de observar tu linda
figura, tu espalda desnuda y tu cabello castaño, usos mis manos para
acariciarte recorriendo cada parte de tu cuerpo sin olvidarme de que aun estas
soñando, aun estas dejando aquellos miedos que te atormentan o aquellos deseos
que te mantienen vivo, aun no has despertado de un sueño, en el que quizás sea
yo uno de los miembros y por lo contrario sea alguien quien nunca podría
imaginar, pero aun sigues, aun sigues con los ojos cerrado, y sin tu saberlo
deslizo mis manos por tus hombros hasta llegar a tus piernas, hasta que me explota
el corazón de amor, hasta que mi cuerpo se convierte en una especie que plastilina
que puedes manejar a tu antojo, como cuando éramos inocentes niños a los que
puedes educar y amoldar, pues así era yo en ese momento, un ser moldeable al
gusto de cualquiera, gracias que en ese momento sólo estábamos tu y yo.
No tardas en
abrir los ojos y darte cuenta que alguien está a tu lado, mirándote, observando
cada parte de ti, me miras, te miro y cuando sonríes haces que deje por
segundos de respirar, haces que por segundos deje de ser consciente de la realidad
y viva en una ilusión constante, haces que crea que la especialidad del ser
humano es maravillosa y que el sentir que amas a alguien es lo más bello que
podrías imaginar, sin excepción ninguna, provocas que mis sentidos se acentúen
para verte, olerte y por supuesto quererte con la mayor intensidad que me
permiten.
Cuando me
miras, cuando me besas, cuando me acaricias, cuando me abrazas, cuando me
abrazas por detrás mientras duermo, cuando me haces una muestra de cariño,
cuando sale de tu boca halagos, cuando te dejas porque te toco con los pies en
la cama, cuando te molesto con el pelo y me quieres matar, cuando me haces el
amor, cuando me mientes piadosamente y te descubro, cuando me conoces, cuando
te conozco, cuando me haces sentir que la única persona que hoy me hace sentir
viva eres tú y me hace rozar con los dedos los picos más altos de la felicidad,
cuando soy yo, y cuando eres tú.